Bien, si no lees, no escribes

Puf. He borrado todo porque era horrendo.

Resumen. Russell Brand escribe una biografía. Trato de comprarla por amazon pero no termino de creérme mi misión.

No he leído el libro, pero sin duda, tal y como una de las reviews afirmaba, RB le ha sacado jugo a sus 33 años.

En mi caso, no puedo decir que en estos 26 años no haya vivido. Puedo decir que he hecho cosas, que he tenido iniciativa en diferentes sentidos, pero también es cierto que me he quedado a medias con casi todo.

Sí, he tenido grupos y he tocado en directo. Pero han sido experiencias puntuales, demasiado puntuales como para ser experiencias reconocidas como propias.

Y si ese tío ha escrito un libro y yo aún no, y además es bueno, significa, p.ej: que ha vivido más que yo y que además lo ha escrito.

Me gusta ser redactor publicitario, pero me gustaría compaginar mi profesión con otras tareas.  Joder, escribir en alguna publicación en papel o online. Pero claro, es como dice Bukowski, que si de verdad quisieras hacerlo, lo harías. Nadie tiene que darte permiso para escribir un blog.

Da pena. Como otras tantas cosas. Hablar sólo no es de locos, es de tontos. Escribir esto para mí es estupendo, porque me cuento las cosas que se me escapan.

Leer y escribir es más que bueno, es necesario. Me ubica donde estoy. Me hace sentirme. Me siento de verdad.

Hoy, p.ej, me he levantado enérgico, surrealista. He escrito una ironía grosera a una excompañera de curro y me he puesto un par de canciones del musical de Jesucristo Superstar. Vale, bien, tiene su gracia, pero no era yo. Desde donde estoy ahora, que es un lugar que merodeo cuando leo o escribo lo necesario, puedo hacerlo todo. Sólo tengo que ponerme.

Me ha seducido la idea de hacer un análisis del humor de Groucho Marx, tal y como en su día intenté hacerlo con los trucos publicitarios.

Igual soy un engreído, pero la publicidad me parece relativamente fácil. El cliente te restringe, pero los elementos son casi infinitos y muy maleables.

Vale. Esto sí está bien escrito.